La energía debería ser el primero de los desarrollos en la agenda 2015, para cualquier país, sobre todo en el nuestro, donde los cortes de luz, ya no ocurren por el clima extremo, sino simplemente por la falta de previsión en crecimiento descontrolado, y la pelea usual del estado contra las empresas que ofrecen servicios de energía, sin poder para que realicen lo que deben realizar y por lo tanto infructuoso.
Se notan los enfrentamientos en tanto boicotean y manipulan los servicios para generar sensación de descontrol, pero es justamente una acción eficaz, que las empresas no solucionen el problema es precisamente una declaración de independencia por el imperio de la necesidad, asuntos imperialistas, dirían algunos, sin equivocarse.
En la realidad, lo peor no es que las empresas no se ocupen, sino que el estado, en vez de insistir con penalizaciones económicas, que no hacen mellas, no tenga a la vista proyectos alternativos, ya que los que se ve es que no habrá salida con los actuales sistemas.
Sería interesante analizar el proyecto que por estos día están en los diarios, respecto a la solución en Brasil, convertir la olas en energía, la agencia de energía eléctrica de ese país, propone aprovechas la naturaleza, mientras otros están enfocados en la energía solar, ellos usarían lo que abunda en su país, las olas.
Con sede en Rio de Janeiro, actuando en las costas brasileras, ya instaló prototipos que dará energía a un radio acción de la población, que tendrá disponible una energía alternativa.
Un modo de enfrentar la crisis energética sin depender de insumos extranjeros.
Si la idea es aprovechar lo que sobra en el propio país, y generar con ello energía, en Argentina, tendríamos suficiente energía si pudiéramos reconvertir la queja en energía eléctrica.
Nos entrenan para quejarnos porque no nos sentimos apoyados y no somos capaces de disfrutar mientras dura, en algún momento, en cualquiera, sabemos que se va a cortar la luz y vamos a tener imponderables problemas.
También tenemos gran parte de nuestro país con mar, tal vez no sería mala idea comenzar a proponer desarrollos energéticos para las ciudades costeñas.
La ciudad se ve invadida de contenedores de basura, ya no sabemos resolver qué hacer con los residuos, no podemos evacuarlos y tenemos que convivir con esas olorosas enormes cajas; pronto va a tener que implementarse alguna solución invasiva para la energía.
El gobierno tendrá que tomar medidas para los cortes de luz que todos sabemos que se vienen, proponer camiones de grupos electrógenos, que son la solución que usan actualmente en algunos shopings u hospitales.
Qué pasa con la investigación, mientras tanto, cómo será la energía que mantenga viva la ciudad en los próximos años, sobre todo con todos los nuevos edificios que surgen como hongos y son de un lujo que no se concibe para el estado energético que vivimos.
Qué pasará con la crisis energética. Ni siquiera hay proyectos al respecto.